miércoles, 19 de diciembre de 2012

Cianuro

Transita en mi cuerpo esa palabra dormida
Temblores llenos de tiempo intentan traducir esta estalactita parlante
No serán ciegos los intentos, aunque su mirada perturbe y desvista
Me cuelgo un disfraz ante tanta visita
Abrazos que desgarran y besos que penetran
Un quiebre agudo como el primer maullido que escuché en esa cornisa
Una transición necesaria después de la traición absurda
Someter la noche al delirio es como darle cápsulas de cianuro a un cuerpo inherte.

martes, 4 de diciembre de 2012

Tu cobertor no es floreado

Tu cobertor no es floreado ni tu felicidad tan feliz. Tú casa está deshabitada aunque te desvivas por llenarla de momentos. Tú cuerpo no es lo que más te gusta de ti mismo pero es lo que primero vemos y tú sufres, disimuladamente, este reconocimiento.
Te paseas por las calles como si todo te importara simplemente porque no eres de ahí, del sufrimiento de la vereda, de la noche y el descontento pero te parece más interesante que tú sufrimiento, y no te das cuenta que el dolor con que duermes elige cada día tus zapatos.
Esa herida que se disimula entre risas y palabras inteligentes aparece como un pequeño temblor cuando de hablar de ti se trata. Rehuyes, rehuyes y rehuyes decir, evidenciar o exponer la tristeza de no ser lo prometido.