Voy a someter mi letra muda a su cuerpo inerte
A escupir alguna excusa para sostener la escena
Entre tanto llanto es difícil escuchar quién llama
Olvidamos la cláusula que nos decía respecto al llanto, a las lagrimas, a la noche en que están ausentes
No queríamos saber
Preferimos la desnudez antes que la codicia del cuerpo inalcanzable
De la oración perfecta parada bajo la lengua
Esperando caer como clavado de esos que atrapan la imagen de Acapulco
Olvidamos todo
Y todo nos olvida a nosotros
A cada segundo despilfarramos gestos en pos de la memoria
Mientras tanto
Mientras tanto ella duerme ajena a nuestra desdicha.
Y nos deshacemos
Y no nos damos cuenta
Y ya no hay llanto
Ni cuerpo
Ni cláusulas
Ni mucho menos Acapulco